11.12.08

Mandatario

Recuerdo cuando era niño y vivíamos en dictadura que mi abuelo se enojaba cada vez que escuchaba que al general Pinochet le llamaban "Mandatario".

Ayer en la noche vi la noticia de la delegación temporal de los poderes del general Fidel Castro en su hermano Raúl Castro y debo reconocer que me volvió a doler la oreja al escuchar que le llamaban "Mandatario".

Si bien es cierto que hoy por extensión la Real Academia Española (R.A.E.) acepta la palabra mandatario para cualquier persona que ocupe el cargo de presidente haya sido elegido o no, la palabra mandatario encierra un concepto muy bello que se ha perdido.

Mi abuelo me explicó que mandatario es quien "Recibe el mandato del pueblo". Parece algo extraño pero si nos fijamos bien, en la democracia nuestros líderes reciben el mandato del pueblo. Y aunque muchos, muchas veces no estemos de acuerdo con alguna o la mayoría de las medidas que se toman, debemos recordar que todas siempre provienen de un programa que propusieron en sus campañas o que vienen de gobiernos anteriores y que nosotros, al votar por ellos y sacarlos electos, aceptamos.

Mandatario, una palabra muy hermosa, llena de responsabilidad y altruismo.

No le queda a personas como Pinochet o Castro (tomando dos extremos ideológicos). No se le puede llamar así a quien tiene una careta turística para que el mundo no sepa por lo que le pasa al pueblo Tampoco a quien tapa con tierra a sus muertos y se escuda en la manipulación de aquellos que se enriquecieron durante su "gobierno".

¿De qué sirvió transformar en guerra lo que pudo haber sido una revolución en pro del pueblo que posteriormente fue mutilado?

¿De qué sirvió derrocar a quien se enriquecía con la concupiscencia humana? ¿para que los que se enriquecieran fueran menos... y el pueblo se enriqueciera muchísimo menos?

No hay forma de llamarlos Mandatarios. Debieran llamarlos Mandadores.



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